Los avances tecnológicos en neurociencia durante la última década (PET scan, qEEG, fMRI) han hecho posible encontrar muchas evidencias que permiten tanto conocer la estructura del cerebro como comprender su funcionamiento de forma global y localizada durante el aprendizaje (Rose y Meyer, 2000).
Estos estudios revelan que la información sensorial, como lo que vemos y escuchamos, es recibida en la parte posterior del cerebro, incluyendo los lóbulos occipitales y temporales (red de reconocimiento), es procesada para encontrarle significado en el centro del cerebro (red afectiva) y finalmente es organizada en los lóbulos frontales para la respuesta y acción (red estratégica).
Los principios y pautas del Diseño Universal para el Aprendizaje están alineadas a esta organización neurológica y permite a los educadores atender la variabilidad en el aprendizaje que se presenta en cada aula.
Están especializadas en percibir la información y asignarle significados.
En la práctica, estas redes permiten reconocer letras, números, símbolos, palabras y objetos, además de otros patrones más complejos como el estilo literario de un escritor y conceptos abstractos, como la libertad.
Están especializadas en planificar, ejecutar y monitorear las tareas motrices y mentales.
En la práctica, estas redes permiten a las personas, desde sacar un libro de una mochila hasta diseñar la estructura y la escritura de un comentario de texto.
Se especializan en asignar significados emocionales a las tareas. Están relacionadas con la motivación y la implicación en el propio aprendizaje.
En la práctica, estas redes están influidas por los intereses de las personas, el estado de ánimo o las experiencias previas.
Así mismo, otro elemento encontrado en la investigación es la presencia de la variabilidad en el sistema nervioso. Al igual que las huellas digitales, no existen dos cerebros que funcionen de la misma manera, debido a que esta estructura se construye y cambia dependiendo de la genética y la interacción con el ambiente.
El concepto de neuro-variabilidad es importante para los docentes, ya que nos recuerda que cada estudiante no tiene una sóla forma de aprender, sino que depende de varias partes del cerebro que trabajan a la par para funcionar dentro de un contexto determinado.
Al diseñar ambientes de aprendizaje con ofrecen variabilidad en la representación, acción e implicación, nos estamos anticipando y valorando las fortalezas y diversidad del estudiantado.
Todos los estudiantes nacen con una estructura cerebral básica, la cual se va transformando con el tiempo a través de interacciones con el ambiente que generan nuevas conexiones neuronales. Al aprender, algunas de estas conexiones se fortalecen, mientras que las que no se utilizan se debilitan y eliminan gradualmente. A esto se le llama plasticidad cerebral.
Es importante que los docentes estén conscientes de la plasticidad cerebral, ya que les permite reconocer que el aprendizaje es un proceso de crecimiento constante que se construye a lo largo del tiempo. Tomando esto en cuenta, el Diseño Universal apoya este crecimiento al construir el conocimiento a partir de conexiones existentes y al generar nuevas a través de la creatividad y la retroalimentación formativa.
Las experiencias previas influyen en el interés, motivación, percepción, metas y acciones. El sistema nervioso constantemente hace predicciones sobre los resultados de hacer algo en un ambiente específico.
Por ejemplo, si un estudiante va a realizar un problema de matemáticas, el cerebro recordará experiencias pasadas en ese contexto, lo cual dirigirá la acción, percepción e implicación del aprendiz hacia la tarea. Basándose en experiencias previas, el cerebro decidirá qué metas son o no valen la pena ser planteadas.
El reconocer la variabilidad en las experiencias y conocimiento previo de los estudiantes es importante para los docentes ya que cada aprendiz aporta una mezcla única de experiencias y expectativas a cada evento de aprendizaje. Al diseñar tomando en cuenta esta variabilidad con DUA, se promueven ambientes que valoran y empoderan a los estudiantes a maximizar sus fortalezas, enfocarse en áreas de oportunidad y guiar sus experiencias de aprendizaje.
Meyer, Rose y Gordon (2013). Universal Design for Learning: Theory and Practice. Estados Unidos: Cast Incorporated.
Capítulo 3: La Variabilidad de los Estudiantes (The Variability of Learners) (29-47)