¿Qué motiva a los estudiantes a aprender?
¿Por qué persisten aún y cuando la tarea que tienen enfrente es difícil?
Este principio atiende estas preguntas al enfocarse en el “Por Qué” de aprendizaje.
El componente afectivo tiene un papel crucial en el aprendizaje y por ello los estudiantes difieren mucho en el modo en que se implican o en qué les motiva a aprender.
Estas diferencias pueden tener su origen en múltiples y diversas causas, entre las que se incluyen las de tipo neurológico, cultural, de interés personal, subjetividad, o los conocimientos y experiencias previas, entre otros factores.
Para unos estudiantes la novedad y la espontaneidad pueden ser motivadoras, mientras que para otros estas pueden generar desmotivación o incluso temor y por ende prefieran una rutina fija.
Hay quienes prefieren trabajar de manera independiente, mientras que otros se implican más trabajando con sus pares.
Finalmente, algunos son más productivos cuando se les plantean metas específicas, mientras que otros requieren una aproximación más abierta.
En realidad, no hay una única forma de participación que sea óptima para todos los estudiantes y en todos los contextos; por lo tanto, es esencial proporcionar múltiples opciones para facilitar la implicación.
Desarrollar la emoción y curiosidad por aprender
La información a la que no se atiende o a la que no se presta atención, la que no supone una actividad cognitiva del estudiante es, de hecho, inaccesible y lo es tanto en el momento presente como en el futuro, porque la información que pudiera ser relevante pasa desapercibida y no se procesa.
Por ello, buena parte de la actividad de los docentes los profesores se dedica a captar la atención y la implicación de los estudiantes.
Estos difieren de manera significativa en lo que atrae su atención y motiva su interés.
Estas preferencias, incluso un mismo estudiante, pueden variar a lo largo del tiempo y dependiendo de las circunstancias.
Los “intereses” cambian a medida que se evoluciona y que se adquieren nuevos conocimientos y habilidades, a medida que cambia su entorno biológico y según se van convirtiendo en adolescentes o personas adultas.
Por tanto, es importante disponer de vías alternativas para captar el interés y de estrategias que respondan a las diferencias intra e inter individuales que existen entre los estudiantes.
Novak (2016) refiere las siguientes explicaciones de esta pauta para el estudiantado de acuerdo a su edad:
Todos tenemos diferentes intereses. Y como somos diferentes, es probable que no queramos completar las mismas tareas al mismo tiempo. Con el fin de que todos estén satisfechos, habrá momentos en los que podrás elegir entre muchas tareas para que encuentres algo que sea de tu interés.
Las personas varían en la manera en que aprenden. Esto es la regla y no la excepción. Por ello, es importante que tus maestros ofrezcan diversas opciones de tareas para que los estudiantes estén involucrados en su proceso de aprendizaje.