Introducción al Curso "Diseño Universal para el Aprendizaje"
Módulo 1: Educación Inclusiva
Módulo 2: Introducción al Diseño Universal para el Aprendizaje
MÓDULO 3: Principio I: Proporcionar Múltiples Formas de Representación
MÓDULO 4: PRINCIPIO II: PROPORCIONAR MÚLTIPLES FORMAS DE ACCIÓN Y EXPRESIÓN
MÓDULO 5: PRINCIPIO III: PROPORCIONAR MÚLTIPLES MODOS DE IMPLICACIÖN
MÓDULO 6: APLICANDO LOS PRINCIPIOS DEL DISEÑO UNIVERSAL PARA EL APRENDIZAJE EN LA PLANEACIÓN Y ENSEÑANZA
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Evaluación Sumativa y Formativa Copy

En términos generales, la evaluación se refiere al proceso de obtener información acerca del desempeño de un estudiante con el fin de tomar decisiones educativas. 

Chris Vallo, 2013.

Hay dos tipos principales de evaluaciones:

  1. Evaluación Formativa: Se emplea durante la enseñanza para medir el progreso del estudiantado y hacer ajustes sobre los métodos y materiales.
  2. Evaluación Sumativa: Mide el desempeño educativo una vez que la instrucción ha sido completada. 

La investigación argumenta que el énfasis en las evaluaciones sumativas ha acaparado la atención y recursos de las prácticas efectivas y ha forzado a los docentes a “enseñar para el examen” en lugar de enfocarse en enseñar contenido y habilidades significativas efectivamente. 

Los investigadores de CAST (2016) consideran que las evaluaciones sumativas pueden ser importantes, pero sólo cuando se usan en conjunto con otras evaluaciones diseñadas para mejorar tanto la enseñanza como el aprendizaje. 

Por otro lado, las evaluaciones formativas tienden a ser más inmediatas e informativas para la instrucción que las sumativas, ya que ofrecen la oportunidad de mejorar la enseñanza y aprendizaje durante el curso. 

Las evaluaciones formativas ofrecen a los docentes medios visibles y concretos para obtener la información necesaria para tomar decisiones relacionadas con su enseñanza. Pueden usar los resultados de estas evaluaciones como la base para plantear metas personalizadas y ayudar a sus estudiantes a desarrollar habilidades de autorregulación. 

La evaluación formativa puede ser formal – como el monitoreo del progreso – o informal, consistiendo en preguntar al estudiante cómo se siente con respecto a su proceso de aprendizaje o resumir un concepto en sus propias palabras. 

Cuando los docentes evalúan con frecuencia a los estudiantes y a su vez toman decisiones respecto a lo que observan, rara vez se sorprenderán por el desempeño de un estudiante en las evaluaciones sumativas al final de la unidad o del ciclo escolar. 

Finalmente, la evaluación formativa explícita permite a los aprendices volverse más conscientes sobre su aprendizaje. Los apoyos graduales y mentorías les permite evaluar su esfuerzo y persistencia a lo largo del tiempo y, a la larga tener un sentido de autonomía sobre su propio proceso.