Anteriormente, el modelo más común de enseñanza era la educación tradicional.
Ésta era estática y enfocada en seguir un “guion”.
Los docentes eran expertos en la materia y no en el proceso de aprendizaje, por lo que el rigor del contenido era lo más importante en el aula.
Los estudiantes que estaban en los extremos (por ejemplo, con alguna discapacidad o sobre dotados) generalmente no tomaban clases en el aula regular, sino en espacios especializados.
Por ende, había menos variabilidad en el salón y los docentes podían dar una lección tal como estaba diseñada, y la mayoría de los estudiantes la “entendía”.
Los tres medios tradicionales más utilizados son el discurso oral, el texto escrito y las imágenes.
Los medios tradicionales tienen características que jacen que resulten muy útiles para determinadas tareas de aprendizaje, pero no tanto para otras.
Cada medio presenta barreras inherentes que lo hace inaccesible para un sector del alumnado: