Como se mencionó anteriormente, los medios rígidos del pasado, especialmente los impresos, formaron nuestro concepto de lo que es ser un estudiante exitoso.
Esencialmente, las personas que podían funcionar bien en un ambiente basado en lo impreso salían favorecidos, mientras que aquellos que tenían dificultades como la dislexia, cuyo idioma materno no correspondía al idioma de instrucción, o que estaban más orientados hacia los medios visuales o auditivos quedaban fuera.
Los nuevos medios digitales ofrecen oportunidades para que los docentes involucren y motiven a los estudiantes. Estos medios generalmente incluyen audio, imágenes, organizadores gráficos, listas de verificación y glosarios, y también pueden vincularse a la información previa con la que cuenta el estudiante y a las metas de aprendizaje.
Los tiempos en los que el conocimiento sólo provenía del docente o el libro de texto quedaron atrás. Ahora, los estudiantes pueden producir portafolios digitales de trabajo y publicarlos en la red para que sus profesores los revisen y den retroalimentación. También pueden realizar investigaciones extensivas en línea y organizar su trabajo en cuadernos digitales.
Los nuevos medios proveen más oportunidades para mentoría y apoyo entre pares, dando a los estudiantes un mayor sentido de responsabilidad y propósito en su aprendizaje. Muchas clases ahora usan blogs para compartir material y reflexiones, y los estudiantes pueden presentar su trabajo de distintas maneras, a través de audio, video, texto o dibujos.
Estos medios también ofrecen maneras poderosas de monitorear el progreso, ya que los docentes y aprendices pueden revisar los avances a lo largo del tiempo y compararlos.